Incluso el Demonio parece que deja todo para el último momento. Esta vez ha tenido la genial idea de darse a conocer durante las vacaciones de un puente. Jesús está indignado. Los billetes ya están comprados, los planes cerrados y la familia ilusionada. Ahora, tendrá que cancelarlo todo.
"Dicen que nacerá mujer, en tierra de Hispania, al pie de un monte, en el valle donde se seca un río. Estará marcada dos veces por el signo del agua y por el número de la 'bestia', el 666." Comienzan a atar cabos en la oficina y se dan cuenta de que todo coincide con la pobre Marimar. Aunque parezca que nunca ha roto un plato, ella podría ser el mismísimo Anticristo. Es mujer, en su pueblo hay un valle con un río sin agua y en su nombre se juntan dos veces la palabra 'mar'. Para colmo, su cumpleaños es el seis de junio de 1971. "Y siete menos uno son seis", se apresura a puntualizar Cañizares.
Decididos a poner fin a la llegada del Anticristo, optan por sacrificar a la secretaria. Una cruz, una daga, agua purificada y la sangre de una virgen, son los únicos requisitos que harán falta. El agua, no pueden conseguirla porque todas las Iglesias están cerradas con el puente. En cuanto a lo demás, el abrecartas de Antúnez y la sangre de Cañi, servirán.
Marimar, ya subida en la cruz, no sale de su asombro. Menos mal que a Nacha le queda un poco de cordura. Tras mucho pensar, y dudando de la malevolencia de la inocente secretaria, en un alarde de imaginación sin parangón, la pelirroja llega a la conclusión de que el Anticristo son las tarjetas de crédito. Muchas están marcadas por el número de la 'bestia', ya que comienzan por 666, y son las únicas que han sacado 'tajada' de la profecía de Nostradamus: ante las amenazas, muchos han optado por anular sus viajes, con tan poca antelación, que los bancos se cobran la deuda. Las tarjetas son, así, el Anticristo¿Alguien lo duda?