Tras unos meses de soledad y libertad te dispones a buscar de nuevo a alguien. Una persona con la que pasar el tiempo libre, compartir momentos... pero lo que primero buscamos es alguien que llame nuestra atención. ¿Qué es lo que de verdad importa? ¿Sus preciosos ojos o una conversación interesante?
Un rostro atractivo, largas piernas, delgada silueta, anchas espaldas, brazos definidos, manos fuertes, ojos penetrantes, labios carnosos... frente a una cándida dulzura, sentido del humor, sensibilidad, nobleza, compañía... Todos son aspectos que nos llaman la atención pero cada cual decide decantarse por un tipo.
En el caso de Richard, el informático está locamente enamorado de Mónica pero ésta ni si quiera le reconoce a pesar de que trabajan el uno enfrente del otro. Parece que lo que de verdad importa a la subdirectora de marketing es que su novio se parezca a Brad Pitt y que, a su vez, cuente con un extenso currículo sumado a una saneada cuenta corriente.
En este caso confluyen los tres factores que parecen determinantes: físico, inteligencia y dinero. Pero que una persona reúna todas las condiciones de alguien tan exigente como Mónica es casi imposible, hay que saber elegir y parece que la subdirectora lo tiene claro.
A ciertas personas, poco les importa tener algún tema de conversación en su pareja mientras esta parezca una modelo preparada para desfilar por la pasarela. Otros, por el contrario, parece que
Pero Richard no se resignará a perder el amor de su vida por algo tan efímero como el físico. Con ayuda de Choches, conseguirá que Mónica se ilusione con un misterioso informático muy parecido al famoso actor de cine Brad Pitt. Su plan es simple: buscar a alguien que cumpla los requisitos de Mónica y que, a la vez, suplante la personalidad de Richard. Todo ello hasta que el físico deje de importar.
Y tú, ¿qué crees que importa más el físico o la personalidad? ¡Dinos tu opinión en el foro!