100% producto interior bruto

DÉBORAH ABIZANDA 09/05/2008 09:51

Aunque su cerebro no dé para mucho, sus cualidades para las relaciones públicas y ese instinto innato de vendedor de coches le han valido para hacerse con el nada desdeñable puesto de Responsable de Ventas. Y es que cerrando negocios frente a un enorme chuletón o al otro lado de la barra, con cervezas de por medio, es el mejor. Sabe tratar al cliente como se merece, e incluso mejor, y no escatima en pequeños embustes piadosos si la situación lo requiere.

Padre de dos hijos, aunque sólo recuerda el nombre de uno, 'el Charlie', su relación con 'la Yoli' se mantiene casi por compromiso. La quiere pero la convivencia, la costumbre y su tendencia a ser un 'picha brava' atentan contra su estabilidad. Porque a Jesús, lo que más le gusta sobre todas las cosas, son las mujeres. Entre Sofía y Mónica, no tiene respiro, y más de una vez ha intentado conseguir una cita con esta última. En sus sueños, ha organizado incluso un viaje de placer con ella a un lugar exótico. Pero en la realidad, la subdirectora de Marketing no sucumbe a sus encantos.

Su amigo inseparable en la oficina es Julián, que aprovecha el arroje de Jesús para dar rienda suelta a sus más deseadas 'travesuras'. Como dos eternos 'peterpanes', se han disfrazado de superhéroes, han jugado al 'scalextric' juntos e incluso, han compartido casa, una experiencia poco fructífera. No son nada el uno sin el otro y, sin duda, ellos son los que aportan un toque gamberro y ácido a esta oficina de locos.

Un hombre de 'gustos sencillos', se conforma con su pisazo, su cochazo, su perrazo... Porque Jesús apenas tiene preocupaciones. Por eso, da gusto compartir los pequeños 'breaks' del trabajo con él. Es cómodo estar a su lado, tanto, que hasta el antipático Arturo, que no es capaz de soportar a nadie, es al único al que respeta. Jesús nunca pone malas caras y es comprensivo con todos, hasta con Bernardo, saca de quicio a más de uno con sus rarezas.

En el trabajo, es un tipo que cae bien a todo el mundo. Especialmente a los hombres, aunque con las mujeres tampoco le falta 'mano'. Sus motivaciones son trabajar lo menos posible, ganar lo más posible y pasarlo bien. ¿Se puede pedir más?