A dos noches de distancia de la noche de expulsiones, un mensaje grabado por Patricia, la novia de Montalvo llegó hasta oídos del explorador: “Estoy muy orgullosa de ti. Todo sabemos que eres transparente. Has entrado a concursar y a vivir una buena experiencia y cada uno juega sus cartas lo mejor que puede. Te mando mucho apoyo. Llegue o no llegues a la final que sepas que desde el día que entraste eres el ganador. Todos te mandan un beso… Te echo de menos, eres la persona más importante de mi vida. Te quiero”.
Montalvo, que lleva prácticamente desde que entró al concurso machacado psicológicamente por unos compañeros que le tachan de estratega y falso, acusó en lo más hondo de su ser las palabras de su chica, hasta el punto de replantearse su permanencia en el concurso: “Esto me jode, esto puede conmigo. Esto es lo más importante para mí, es la razón por la que me muevo y por la que vivo. Escucharla me hace pensar en lo que tengo fuera y plantarme qué coño hago aquí. Me metí por una causa y, si no, no estaría aquí. No lo estoy pasando bien. No quiero hacerme la víctima… Lo único que quiero es volver a mi vida cuanto antes”.
Asimismo, Olvido pudo hablar con su padre y supo que la salud de su progenitor estaba “regular”, que su familia estaba deseando verla y que todos estaban muy orgullosos de ella. Hormigos se despidió asegurando que muy pronto volvería con ellos y mantuvo el tipo durante unos minutos, pero después se vino abajo. Al verla llorar, Sonia Ferrer lamentó su reacción, así como la de su compañero Montalvo: “La iniciativa era la de alegraros un poquito y me sabe mal verte hundida”.