Antes de poner rumbo a Brasil con el objetivo de alzarse con su primera Copa Confederaciones, España decidió trasladarse primero al este de la costa norteamericana, en donde permanece concentrada desde el pasado martes, y en donde comenzará a preparar el torneo brasileño.
Parte de esta preparación son dos partidos amistosos, el primero el que enfrentará a los pupilos de Vicente del Bosque ante un débil combinado de Haití en Miami, en el Sun Life, un estadio multideportivo ubicado en el suburbio estadounidense de Miami Gardens, sede de los Miami Dolphins de fútbol americano.
Después de volver a juntarse para el último partido ante Francia, clasificatorio para el Mundial de Brasil 2014 que España saldó con victoria, 'La Roja' inicia su periplo hacia el único título que no posee con el bloque que conquistara la Eurocopa del pasado verano. Las novedades son los defensas César Azpilicueta y Nacho Monreal, al igual que la vuelta de Roberto Soldado y David Villa. Sin embargo, no estarán en Brasil ni los lesionados Carles Puyol y Xabi Alonso, ni tampoco Juanfran Torres y Álvaro Negredo.
Además, una de las grandes dudas para esta Confederaciones es la delantera después de que el propio Del Bosque reconociera que España no tiene "un nueve en condiciones". Así, el seleccionador podría repetir el experimento del 'falso 9' que ya utilizara en la Eurocopa, o bien podría volver a dar una oportunidad tanto a Torres tras su gran final de temporada, como a Villa, el máximo goleador de la selección española de su historia.
Por ello, Haití será la primera prueba en el camino para España --el segundo amistoso será ante Irlanda--, un equipo que también se encuentra en fase de preparación. La selección del Caribe disputará a partir del 7 de julio la Copa de Oro 2013, la duodécima edición del máximo torneo de selecciones organizado por la CONCACAF.
España se medirá a una selección que ha perdido sus tres últimos partidos, pero que cuenta en su poderío físico su mayor arma. Sin embargo, el cuadro dirigido por el cubano Israel Blake sufre la carencia de ser un equipo desorganizado y frágil atrás, por lo que a priori el juego entre líneas de 'La Roja' podría ser letal.