'La coordinadora':¿Una cuestión de racismo?

El caso

Nyamko: "Llevo cuato años en España. Vine aquí para realizar un sueño: trabajar en el mundo de la moda, pero mi sueño se ha convertido en una auténtica pesadilla por culpa de Amaya, la encargada de la tienda en la que trabajo. Siempre está hablando de mal de mí a a mis compañeros, no sé si es por envidia o por algún otro motivo peor. Dice que soy una vaga pero eso no es cierto porque yo he dejado a toda mi familia en mi país para venir a España a buscar empleo. Lo que le pasa es que le molesta que yo sea mucho más guapa que ella y más simpática también".

Amaya : " Llevo 10 años como encargada de la tiendo , nunca he tenido ningún problema con nadie y ahora Niamko me acusa de racismo. Dice que la quiero echar por su raza pero lo que no dice es que fui yo quien le hizo la entrevista y quien la recomendó para que entrara porque habla muchos idiomas. La realidad es que es una vaga que se pasa todo el día mirándose en el espejo y no recoge ni una percha. Aparte de estar monísima, en una tienda también hay que doblar la ropa".

La opinión del público

Una mujer, también de color, que había entre el público ha querido dar su opinión. " Yo creo que Nyamko está exagerando la situación y está utilizando su color para acusar a sus conpañeros y no corregir los errores que puede estar cometiendo en su trabajo. Yo también soy extranjera y a mí no se me ha tratado mal por eso en ningún sitio.

Otro de los asistentes, sin embargo, ha opinado todo lo contrario: " Desgraciadamente, en este país ser mujer y ser negra al mismo tiempo es un handicap horrible. Lo qie Amaya quiere es desprestigira a su empleada porque tiene envidia de su juventud y de que habla cinco idiomas". Hay quien ha ido aún más allá. Un chico sentado en la primera fila ha dicho que "es un caso muy claro de envidia porque Nyamko puede atender a todos los clientes extranjeros y que lo que tendría que hacer Amaya es subirle el sueldo".

El veredicto de Gustavo Larraz

En este caso, el letrado ha fallado a favor de la encargada porque no puede dar crédito a unas acusaciones de racisnmo basadas en 'las sensaciones' de la supuesta víctima. Dictada la 'sentencia', Larraz ha querido dar un consejo a las dos partes afectadas para mejorar la convivencia entre ellas: "La menor distancia entre dos personas es la sonrisa".

Por suspuesto, éste no es un veredicto que tenga que ser aplicable de forma oblifgatoria como sudecería en un jucicio real, sóloes una orientación legal que puede ayudar a las partes a resolver sus problemas.