Los aficionados del Athletic sabían que su equipo necesitaba ganar, por lo que decidieron preparar al conjunto rojiblanco un caluroso recibimiento a las puertas de San Mamés. La afición esperó horas a las puertas del estadio cargados de banderas y bengalas para animar a su equipo a conseguir la victoria. Así fue, pese a ganar por la mínima, vencieron al Ostersund.