El Barcelona no puede con el Valencia y cede el liderato al Sevilla (1-1)

El conjunto valencianista, por su parte, prosiguió con su irregular dinámica otoñal y se quedó en el decimotercer puesto de Primera División con 9 puntos, cada vez más lejos de la zona de la 'Champions League' e impacientando a sus aficionados.

Una afición que vibró al inicio de este duelo, celebrando por todo lo alto el gol del central argentino Ezequiel Garay a los 78 segundos. Un centro desde el costado izquierdo fue desviado de cabeza por Thomas Vermaelen y provocó que su compañero en el centro de la zaga, Gerard Piqué, tampoco alcanzase esa pelota para un despeje.

La pelota milagrosamente continuó su camino hasta el segundo poste, donde apareció Garay libre de marca para remachar a las mallas y desesperar a un Marc-André Ter Stegen atónito por la actitud de sus defensas. El cuadro visitante se veía contrariado muy pronto y no cogió el ritmo, destacando el portero alemán frente a un par de arreones de Michy Batshuayi y de Kevin Gameiro.

El internacional español Rodrigo Moreno se había quedado en el banquillo y sus compañeros no lo estaban echando en falta, así que los planes del técnico local, Marcelino García Toral, se cumplían quizá demasiado bien y demasiado temprano.

Y ahí el Barça se encomendó por enésima vez a Messi y a su habitual alianza con el uruguayo Luis Suárez; entre los dos, cuando casi se cumplía el minuto 23, trenzaron una pared en la frontal del área para que el argentino conectase un fuerte zurdazo raso a la cepa del poste.

Poco más hubo en la primera parte, salvo la lesión del mediapunta portugués Gonçalo Guedes, que fue sustituido por el ruso Denís Chéryshev. Pero la pólvora no se atisbaba por ningún sitio y ambos equipos firmaron un armisticio hasta el descanso.

Para la segunda mitad se esperaba la reacción visitante o el arrojo 'che', pero entonces apareció el cansancio por sus recientes citas de Liga de Campeones. A las dos líneas medulares les pesó sus respectivas paradas por Inglaterra, a lo que se añadió por parte blaugrana la decisión de Ernesto Valverde de hacer solo dos cambios y además en el tramo final.

Messi no tuvo la chispa de otras ocasiones y enfrente tampoco se vieron las filigranas de Dani Parejo o los desmarques certeros de Rodrigo, que sí entró de refresco aunque no tuvo suerte. Una igualada final en el marcador que dejó un regusto agridulce para ambos clubes.

El Barça cedió terreno ante el empuje sevillista y no aprovechó la derrota sabatina del Real Madrid en Vitoria (1-0), quedando también bajo el acecho del Atlético de Madrid; y el Valencia tampoco carbura, a sabiendas de que tiene por delante un curso de máxima exigencia en tres competiciones.