Miami Heat conquista su segundo anillo

Los Thunder se apuntaron el primer partido de las Finales pero, al igual que ocurrió en sus dos rondas precedentes, Miami conservó la calma y remontó la eliminatoria para lograr su segundo anillo, seis años después del que se adjudicaron con Shaquille O'Neal y el propio Dwayne Wade como puntales.

En esta plantilla del equipo de Florida, el liderazgo recae en un LeBron James que al fin ha tocado la gloria, dos años después de abandonar Cleveland para unir su talento al de Wade y Chris Bosh. En este último partido de la temporada, 'King' James volvió a despuntar en todas las facetas del juego con 26 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes.

Con el llamado 'Big Three' carburando a pleno rendimiento, a la buena labor de Chris Bosh (24 puntos y 7 rebotes) y Wade (20 puntos y 8 rebotes) se sumó la sorprendente inspiración de Mike Miller, que vivió su particular noche de gloria. El 'rookie' del año en 2001 fue letal desde el perímetro, al anotar 7/8 en triple en apenas 23 minutos de juego en su mejor actuación de la temporada.

Demasiada avalancha ofensiva para Oklahoma, que ya perdía por diez puntos al descanso antes del fatídico tercer cuarto, en el que un parcial en contra de 36-22 dejó el título sentenciado antes del anecdótico último parcial.

Kevin Durant, que lograba dobles figuras con 32 puntos y 11 rebotes, fue el único que se salvó en su equipo ya que su habitual compañero en ataque, Russell Westbrook, que venía de anotar 43 puntos en el anterior partido, se mostró aciago en el lanzamiento (4/20). Por su parte, Serge Ibaka, que quería hacer historia como el segundo 'español' en lograr el anillo, contribuyó con 9 puntos, 4 rebotes y 2 tapones.

De esta forma, los Thunder se quedaron a un paso de la gloria tras eliminar sucesivamente a tres campeones como Mavericks, Lakers y Spurs, aunque la juventud y calidad de su plantilla augura más oportunidades en el futuro. En esta temporada acortada por el 'lock-out', los Heat han sacado fruto dos años después a su potente apuesta de juntar a tres de los jugadores más determinantes de la competición.