Francia ya está en su tercera final de un Mundial después de conseguirlo en Alemania 2006, donde perdió, y en Francia 1998, donde consiguió coronarse como campeón. Esta vez, solo un defensa, Umtiti, fue capaz de desequilibrar la batalla contra Bélgica. Y tras esta, lágrimas de emoción en el bando del ganador y críticas afiladas en el del perdedor.