El tridente Messi-Neymar-Suárez anula el plebiscito y al Atlético

Había mucha expectación por ver la reacción de un Camp Nou lleno, como lo estuvo, y con los socios en sus butacas ante un equipo que llegaba a esta cita cuestionado, pero no tanto como Luis Enrique tras lo visto en Copa ante el Elche pese al 5-0. Pero esta noche hubo una gran comunión entre todos y el equipo respondió, con creces, para lograr tres puntos de oro ante el vigente campeón, el mismo que se coronó hace unos meses en este mismo escenario.

No pudo tirar de estrategia el Atlético esta vez, incómodo en todo momento exceptuando algunos minutos de la segunda parte tras lograr el 2-1. Eso sí, no hubo más tensión al final porque lo evitó Messi con su 3-1. En la primera parte, dominio blaugrana absoluto, en la segunda se equilibró la cosa pero sin que el Atlético diera sensación de peligro, y al final el tridente blaugrana les dio un triunfo que, visto lo visto, fue merecido.

Y eso que el descanso permitió al Atlético conectarse de nuevo. Sin duda salió más agresivo, a estar más encima del Barça. Poco a poco los blaugranas fueron notando el cansancio, con un despliegue físico muy bueno al que no están acostumbrados, y eso que el balón continuó en poder blaugrana. Luis Enrique, sin mover ficha, como sí hizo Simeone, no quería cambiar nada pero tardó en ver estos síntomas de cansancio, aunque le acabó por salir bien.

Sacando fuerzas de flaqueza el Barça intentó retener el balón y jugarlo con criterio para buscar un 3-1, tras el gol de penalti de Mandzukic, lejano. Y es que si en la primera parte el equipo blaugrana dispuso de varias ocasiones para irse con un 3-0, el gol del croata para el 2-1 hizo apretar el partido, y el Barça no estuvo tan fino. Pero supo sufrir y, cuando el 'Atleti' ya iba a por el empate, aunque no en tromba, llegó la sentencia de Messi.

El argentino había estado muy activo pero quería su gol, quería completar de nuevo triplete de los tres cracks de arriba. Marcó Neymar, lo hizo Suárez y los imitó Messi. Por cierto, gran ovación para el uruguayo cuando fue sustituido por Pedro al final del partido. Y es que este Barça respira y gusta a la gente, hace olvidar los problemas institucionales y extradeportivos, si los tres de arriba se divierten y trabajan como lo hicieron esta noche.

Para el 3-1, para cerrar el duelo, apareció Suárez con un buen centro para completar un gran partido que llegó a Rakitic, que activó una pared con Messi para que el argentino también pusiera su puntilla con un gol. No fue limpia la asociación, pero el '10' trabajó para coger el rechace y acabar con el sufrimiento de los minutos finales y con el partido.

Messi estuvo persiguiendo tiempo el gol. Desde el inicio avisó Messi, que chutó desviado por poco a la izquierda de Moyá. Después llegó el tempranero gol de Neymar para abrir lo que pretendía ser un cerrojo del Atlético, con un 4-4-2 con más pinta de 4-5-1 al defender. Para abrir esa lata bastó con una gran jugada de Messi dentro del área tras irse con un autopase, asistió a Luis Suárez, que no controló bien, pero el balón quedó suelto en el interior del área pequeña y lo pescó atento Neymar, lanzándose al suelo con los pies por delante, para marcar.

Fueron unos grandes minutos del Barça, que encerró atrás al Atlético y le apabulló a jugadas, con un tridente muy inspirado. Neymar tuvo el 2-0 en una acción que empezó con Messi asistiendo a Suárez, que con un autopase se fue de Giménez y se la puso a Neymar picadita, pero el remate de cabeza de éste, que quiso ajustar demasiado, se fue solo. Pero Suárez no perdonó poco después y puso el 2-0 a pase de Messi, aunque el '10' hizo mano en el control que dio origen al tanto.

El Barça cuajó una muy buena primera parte, muy 'enchufado' en todo momento para anular las contras del Atlético y con fortuna en un estudiado juego aéreo a balón parado. Los de Luis Enrique, esta noche con el apoyo de todo el Camp Nou, lleno hasta la bandera, estuvieron además muy finos en ataque, inspirados en el uno contra uno, en la asociación, y rápidos como hacía mucho que no se veía.

Jugadas de toque y desmarques al hueco para responder a los precisos pases desde la media, con Messi de asistente de lujo pese a ocupar bien abierto la banda derecha. Se puso con Gámez, a quien Simeone cambió de banda, y le hizo bailar en varias ocasiones. Messi no marcó en unos primeros 45 minutos brillantes pero asistió en los dos goles, muy activo como todos los jugadores blaugranas, conscientes de que hoy era un plebiscito que había que anular y un partido clave a ganar para seguir persiguiendo al Real Madrid.