Historia de la Eurocopa (II): Del gol de Platini al de Torres

Fue después de que Bonello, el portero de Malta, anunciara que abandonaba el fútbol. Antes de aquella noche del 21 de diciembre de 1983 había declarado que si encajaba 11 goles colgaba los guantes. Y los colgó.

Porque Malta padeció un sonrojante 12-1 (Santillana y Rincón, cuatro cada uno, Maceda, dos, Sarabia y Señor fueron los anotadores) la mayor goleada en una fase previa. Engrosaron la historia de la furia Buyo; Señor, Maceda, Goicoechea, Camacho; Víctor, Gordillo, Carrasco; Santillana, Sarabia y Rincón. España se clasificó para Francia'84 ante la incredulidad de Holanda y las sospechas de amaño.

En el torneo, la selección estuvo al borde del abismo. Dos empates a uno contra Rumania y Portugal, lo dejó todo en manos del partido ante la poderosa Alemania. Arconada estuvo espectacular y el gol en plancha de Maceda sentenció el pase a unas semifinales en las que se eliminó en los penaltis a la Dinamarca.

En la final contra la local Francia, la generación de los Camacho, Maceda, Señor, Gallego, Julio Alberto y 'Lobo' Carrasco tuteó al país vecino. Pero Francia contaba con el mejor centro del campo de su historia -Giresse, Platini y Tigana- y luego el mal fario se cebó con Arconada, al que se le escapó la pelota en una falta del astro francés, histórico goleador de las Eurocopas (9). Bellone remataría la faena (2-0) casi en el descuento. El Parque de los Príncipes fue testigo de su primera Eurocopa.

LA HERENCIA DE LA 'NARANJA MECANICA' Y EL CAMPEÓN 'INVITADO'.

El fútbol hizo justicia con otra cantera de jugadores de talento y premió la exquisitez de Holanda en Alemania'88. Rinus Michels recuperó la herencia de la 'Naranja Mecánica' y su fútbol preciosista apoyado en una hornada que había dado a los Gullit, Koeman, Rijkaard y Van Basten.

De este último fue uno de los goles más hermosos que se recuerdan en una final, aquella volea escorada que superó a Rinat Dassaev, y que significó el 2-0 ante una Unión Soviética, poseedora igualmente de gran talento (Belanov, Zavarov,...). Primer gran título tulipán de la historia catorce años después de la derrota mundialista, en el mismo escenario del Olímpico de Munich, frente a los hombres de Franz Beckenbauer.

Los pronósticos saltaron hecho añicos en Suecia'92, el único torneo al que ha faltado últimamente España. Inmersos en la Guerra de los Balcanes, la FIFA prohibió, por mandato de las Naciones Unidas, la presencia de Yugoslavia en la fase final. Su hueco lo rellenó rápidamente Dinamarca, cuyos jugadores estaban, la gran mayoría, de vacaciones y que llegó sin su gran estrella, Michael Laudrup, reciente ganador de la Copa de Europa con el FC Barcelona.

Apenas un par de semanas después éstos levantaron el trofeo al vencer (2-0) en la final a Alemania. El fútbol sin ataduras y la ofensiva total fueron la clave del éxito de la 'Dinamita Roja', una selección en la que brillaban con luz propia Schmeichel, Olsen, Sivebaek, Vilfort, Larsen, Povlsen y el hermano menor de Michael Laudrup, Brian.

ALEMANIA SE VENGA DE LA REPÚBLICA CHECA.

La Eurocopa de Inglaterra en 1996 no pasó a la historia, en cambio, por el espectáculo. "El fútbol es un juego que juegan once contra once y en el que siempre gana Alemania", dijo en su día el delantero inglés (ex del FC Barcelona) Gary Lineker. Nunca aquella sentencia alcanzó tal grado superlativo. Una Alemania ultradefensiva se adjudicó su último título, el tercero, hasta hoy merced al gol de oro, una iniciativa que se estrenaba en las islas, de Oliver Bierhoff en la final (2-1) ante los sorprendentes checos.

Fue la edición de las penas máximas. Desde ese punto se resolvieron cuatro partidos, dos de ellos las semifinales y el Inglaterra-España de cuartos en los que Hierro y Nadal erraron en la tanda.

La de Bélgica y Holanda, en 2000, fue la primera vez en que dos países compartían la organización del torneo. Francia acudió con el cartel de gran favorita tras conquistar el Mundial disputado en su país apenas un par de años antes. No en vano los Barthez, Thuram, Blanc, Desailly, Lizarazu (Pires), Djorkaeff, Vieira, Deschamps, Zidane, Dugarry y Henry poco tenían que envidiar a la selección de la Eurocopa de 1984 liderada por Michel Platini.

Como por aquel entonces, España asomó por su camino hacia el título, pero el penalti fallado por Raúl tiró por tierra sus opciones. En la final de Rotterdam, el fútbol competitivo italiano puso en apuros a 'les bleus' con un gol de Delvecchio. Pero el 'calcio' encajaría una derrota dolorosa. Primero Wiltord, en el minuto 90, y ya en la prórroga Trezeguet, con gol de oro, situaron, de nuevo, en la cumbre a la generación del mago Zinedine Zidane, por fin coronada lejos de su país.

Cuatro años más tarde, Francia cayó en el cruce de cuartos de final de la Eurocopa de Portugal ante Grecia, la revelación del campeonato y verdugo igualmente de España, merced a la rentabilidad que le sacaba a sus escasos goles y una sólida defensa que apenas encajó cuatro goles en todo el torneo.

La anfitriona Portugal y Grecia, encuadradas ambas en el grupo de España, disputaron la final en el Estadio de la Luz de Lisboa, donde un solitario tanto de Charisteas confirmó la sorpresa del campeonato: Grecia era, por vez primera, campeona de Europa.

Alemania, España e Italia no superaron la primera fase, el centrocampista heleno Theodoros Zagorakis fue elegido mejor jugador del torneo y el checo Milan Baros logró el 'pichichi', con 5 goles. República Checa y Holanda, dos conjuntos que apostaron por el fútbol ofensivo, ocuparon el tercer y cuarto puesto, respectivamente.

Por último, en Austria y Suiza, de nuevo dos países coorganizando la Eurocopa, España dio lustre a una generación de futbolistas inolvidables -Casillas, Puyol, Xavi, Iniesta, Villa o Torres, por citar sólo algunos- con el segundo título, 44 años después del primero, gracias a aquel gol de Torres frente a Alemania.

Casi un cuarto de siglo más tarde, 'la Roja' se resarcía así de aquel maldito gol a Arconada en la final de París, abría la senda triunfal que continuó en Sudáfrica dos años después con el 'Iniestazo' y que confía en cerrar con el triplete, algo inédito, en esta edición en Polonia y Ucrania.