España vence con claridad a Dinamarca (0-3)

Los de Fernando Muñoz llegaron al torneo con una posición inmejorable: el cien por cien de los partidos ganados (seis en total). Dinamarca, sin embargo, había caído contra todas las selecciones del grupo excepto contra Grecia, pero se presentaba como un rival serio que contaba, además, con el factor cancha.

El equipo español comenzó con un juego muy seguro y organizado. En un momento intermedio del set, Dinamarca pareció acercarse usando como arma un ataque muy abierto, que permitió que sus dos puntas --el capitán Knudsen y Christiansen-- se lucieran. Pero todo quedó en un amago. Viciana y Rocamora jugaron en la última parte de un set en el que Guille repartió justamente el ataque y que en ningún momento se inclinó del lado local.

Aún así, el 14-18 el seleccionador español decidió pedir un tiempo. Fue al final del parcial cuando saltó a la pista a Aharón Gámiz, vestido como novedad con la misma camiseta blanca que la mayoría de sus compañeros, ya que Muñoz le había convocado para el puesto de receptor. Un block-out provocado por Ibán Pérez, uno de sus recursos favoritos en este partido, puso el 0-2 en el marcador, con idéntico tanteo y duración que el primero.

Por primera vez en el encuentro, los locales se situaron arriba (4-2) y dieron rienda a una intensidad de juego mucho mayor, como si de pronto hubieran despertado de su letargo. Jugaban con la necesidad de ganar ese parcial, mientras que España tenía un colchón de dos sets inmejorables.

La tensión en la pista y en la grada se mantuvo hasta el último momento. Al juego de los receptores se unió la efectividad del opuesto Ditlevsen. Fue de nuevo el bloqueo-defensa sin fisuras de España lo que hizo que el gran esfuerzo de los locales por mantenerse en el partido no se materializara en un 1-2. El set, el mejor de Delgado hasta el momento y con unos impecables Hernán y Pérez, concluyó con un error de saque de Dinamarca.