La Federación de Rumanía afirma que "la actitud violenta" de los españoles "contradice el espíritu del rugby"

El partido que concluyó con la victoria belga por 18-10 certificó la clasificación de Rumanía para el Mundial y obligó al combinado nacional a jugar la repesca ante Portugal y Samoa para poder alcanzar la cita mundialista. El encuentro acabó con los jugadores españoles pidiendo explicaciones al coleagiado rumano Vlad Iordachescu por lo ocurrido.

Justo después de todo ello, tanto el capitán Jaime Nava como el seleccionador Santiago Santos pidieron "disculpas". Pero en este sentido, el comunicado de la Federación de Rumanía afirma que "no hay excusa para la actitud violenta" porque, además, "contradice no solo el espíritu del rugby, si no también el juego limpio".

Pese a que no hubo agresión física, la Federación Rumana critica la intimidación que pudieran llegar a ejercer los del 'XV del León' sobre el árbitro rumano pudiendo "llegar a poner en peligro su integridad física". Y añade que estos comportamientos "requieren ser castigados para impedir su repetición".

"La Federación rumana de rugby confía en que las autoridades competentes notificarán la gravedad de la situación porque todos queremos contribuir al desarrollo positivo del deporte en el espíritu y los valores", sentencia el comunicado.

Por su parte, la Federación Española (FER) solicitó este martes "la repetición del partido puesto que la imagen del rugby se está viendo dañada por lo ocurrido en este encuentro". La FER cree que se producido una "vulneración del principio de imparcialidad".