Francia recupera el cetro mundial

Francia ha hecho historia en el Mundial de Catar. No sólo consigue su quinto título mundial situándose como único equipo en conseguirlo, también conquista su tercer campeonato en las últimas cuatro ediciones. Los hombres de Onesta, que apartaron a la defensora del título España en semifinales, son los dioses en el olimpo del balonmano y certifican un absoluto dominio en las últimas décadas.

En este momento la dinastía francesa se extiende en todos los campeonatos posibles en el panorama de selecciones ya que es la vigente campeona de Europa (Dinamarca 2014), olímpica (Londres 2012) y del mundo (Catar 2015). Además, el cuadro galo logra un billete directo para defender su título olímpico en Río 2016.

Pero Francia no es la única en entrar en la historia. La Catar de Valero Rivera, en lo que era su quinta participación en un mundial de balonmano, ha conseguido una medalla de plata que sabe a oro ya que su mejor posición había sido decimosextos en Portugal 2003. Así, los cataríes, de la noche a la mañana, sitúan a su país en el mapa del balonmano internacional.

El que también agranda su palmarés es el entrenador español y actual seleccionador de Catar, Valero Rivera. El técnico maño consigue un segundo puesto en una cita mundialista tras la conquista del oro con España en el Palau Sant Jordi en 2013. A sus 61 años Rivera entra en la lista de los mejores entrenadores de la historia del balonmano tanto de selecciones como de clubes.

FRANCIA, DOMINIO DE PRINCIPIO A FIN

En cuanto al encuentro, Francia no permitió que Catar pusiera en peligro su quinto título mundial en ningún momento del mismo. Con sus principales armas activadas la quinta de Karabatic aniquiló a una anfitriona que demostró su falta de efectivos ante uno de los rivales más complicados posibles.

Entre Daniel Narcisse (4 goles) y Nikola Karabatic (5) se bastaron para dejar a su equipo por delante al descanso (11-14) en una primera media hora en la que tan sólo Zarko Markovic (7 goles) pudo sostener el empuje galo. La agresividad y la inmaculada defensa francesa alejaban a Catar de un oro soñado.

El segundo acto estuvo mucho más igualado y los de Valero Rivera tuvieron varias posesiones para poder igualar el marcador lo que habría supuesto un golpe psicológico para los europeos. Para dilapidar cualquier amago de remontada los franceses se pusieron el mono de trabajo y tiraron de oficio para cerrar una final histórica. Al final, Francia vuelve a reinar y Catar entra en el selecto grupo de futuros candidatos a pelear por las medallas en los próximos torneos importantes.