Iker Martínez: "No nos planteamos la VOR para ser segundos sino para ganarla"

El patrón del 'Telefónica', Iker Martínez, ha confesado que iniciaron esta Vuelta al Mundo a vela con escalas con el claro objetivo de hacer historia en la vela oceánica, pero tras las roturas de los timones en esta octava etapa, han visto como sus opciones se evaporan, complicándose mucho el conseguir este reto.

"Nunca planteamos esta regata para poder ser segundos sino para poder ganarla, pero lo importante ahora es hacer las cosas lo mejor posible, acabar esta regata con un buen sabor de boca y con esa sensación que tenemos hoy de haber hecho lo máximo posible. Ahora mismo no es importante el quedar terceros en vez de cuartos o segundos en vez de terceros porque lo importante es acabar diciendo 'hemos hecho todo lo que hemos podido, y si no hemos ganado la regata ha sido porque las cosas no han salido, no porque no lo hayamos intentado'", se sinceraba el vasco días después de llegar a la meta gala de Lorient.

Y es que Iker Martínez confiesa que ésta era "una etapa importante" para el 'ESP-1' para "pelear por el resultado final". "Teníamos que conseguir estar cerca de 'Groupama', nuestra idea era estar con ellos y hacer todo lo posible por ganarles para llegar aquí casi en igualdad de puntos y poder pelear en la última etapa la competición por la victoria final", explicó.

Un espectacular mano a mano con los de Franck Cammas, que tras ganar esta etapa, consolidaban su liderato en la general. "Durante toda la regata hemos tenido una pelea intensa con ellos. Tiene una tripulación que obviamente sabe muy bien cómo navegar en el océano y un barco que ha demostrado ser muy rápido. Tuvimos momentos muy bonitos en una pelea cerrada con 'Groupama'. He disfrutado mucho navegando contra ellos porque somos todos latinos y es más fácil llevarnos bien. Entre nosotros nos tenemos mucho respeto", confesaba el bimedallista olímpico.

ROTURA DE LOS TIMONES RUMBO A LORIENT.

Una etapa en la que se encontraron condiciones muy duras, que les permitía ir muy rápido, pero que finalmente les provocó la rotura de hasta los tres timones de su VO70, obligándoles a bajar su ritmo y ceder posiciones en esta etapa.

"Era algo que a mí no me había ocurrido nunca, y a casi todos los que estábamos en el barco tampoco. Se rompió el timón de sotavento y el barco siguió recto y nos acabamos yendo de orzada. Luego, estábamos navegando con el barco muy plano para ir bajos, no tener problemas y en ese momento un timón se rompió y al perder el de barlovento perdimos el control del barco por completo y luego con el tiempo éste se acabó yendo de arribada", relataba sobre lo vivido en este final de etapa.

"La primera vez que se rompió el timón yo llevaba el barco, la segunda vez era Neal y realmente no pudo hacer nada por evitarlo, simplemente el barco va a donde quiere ir. Es una situación un poco brusca. El barco estaba totalmente girado con el mástil tocando el agua, pero creo que todos reaccionamos muy bien y afortunadamente nadie sufría ningún peligro", desveló.

Tras intentar arreglar lo sucedido, Iker Martínez confiesa que tomó la decisión de "ir bastante más tranquilos a Lorient". "Perder la timonería por completo en ese lugar podría ser muy arriesgado y no estábamos dispuestos a tomar el riesgo por las personas. Tuvimos que ir un poco más tranquilos y pensar que la llegada hacía Lorient sería un poco más de crucero. Era básicamente la única solución que podíamos tomar y así lo hicimos", subrayó.

"Cuando tomamos la decisión de que iríamos tranquilos hacia Lorient, todos teníamos clarísimo que nuestras opciones a la victoria en esta etapa, en esta regata, se habían acabado, a no ser que 'Groupama' tuviese un problema desde ese momento y hasta la llegada. No fue un momento agradable y creo que todo el mundo estaba por un lado enfadado y por otro lado tranquilo porque todos intentamos hacerlo lo mejor posible y hay ciertas cosas contra las que no puedes hacer mucho", aseguró.

Iker Martínez se muestra tranquilo porque sabe que lo ocurrido es algo que "no se puede controlar". "A veces las cosas salen y a veces no. En ese momento estábamos todos navegando, había tres barcos que estábamos relativamente cerca y los tres teníamos timones similares; le podía haber ocurrido a otro probablemente, pero no fue así. El deporte es así y hay que admitirlo", señaló.