(Previa) Valverde y 'Purito' buscan un oro que será caro en un circuito exigente

España presenta un equipo fuerte y pensado para el recorrido de Río 2016, que engloba la espectacularidad de las mejores playas de la ciudad, como Ipanema o Copacabana, junto a dos circuitos de bastante dureza, sobre todo el de Vista Chinesa, que propiciarán que el nuevo campeón olímpico, en sustitución del kazajo, ya retirado, Alexander Vinokurov tenga que sufrir y sudar en esos exigentes 253 kilómetros.

Tanto Alejandro Valverde como 'Purito' Rodríguez llegan en buena forma a la cita olímpica como demostraron en el reciente Tour de Francia, con el murciano del Movistar acabando en sexta posición y el catalán del Katusha en séptima a 6:16 y 6:58 minutos respectivamente del líder y campeón, el británico Chris Froome (Sky), quien aspira al mismo oro olímpico.

La longitud, la dureza y explosividad de la prueba presentan un escenario idóneo para un hombre fuerte en subida y de mucha resistencia. Las fuerzas jugarán un papel decisivo, igual que la estrategia a seguir, en un día en el que muchos de los grandes gallos del pelotón internacional se pelearán por el codiciado metal dorado, si bien el resto de medallas no serán para nada desmerecidas.

España, quien logró entrar en el Olimpo del ciclismo en ruta gracias al asturiano Samuel Sánchez en Pekín 2008, quiere repetir ese éxito y lleva a un Alejandro Valverde que tiene experiencia, al encarar sus cuartos Juegos Olímpicos, y que cada vez se ha ido especializando más en clásicas duras del estilo de la ruta de Río. Por su parte, 'Purito' tiene piernas y, anunciada su retirada a final de temporada, quiere despedirse con un Oro que se le presenta a tiro.

No obstante, la falta de entendimiento y descoordinación en el equipo en el Mundial de Florencia 2013, y una mala estrategia final, dejaron al luso Rui Costa como campeón al sobrepasar en un sprint a un 'Purito', subcampeón, y con Valverde tercero pero señalado por el catalán y el seleccionador. Tenían todo a favor y acabó siendo campeón un Rui Costa que se aprovechó de la excesiva vigilancia de los españoles sobre Vincenzo Nibali.

Pero si ambos, y el equipo español en su conjunto, son capaces de dejar esas viejas trencillas atrás y trabajan todos a una, con la ayuda de Ion Izagirre, Imanol Erviti y Jonathan Castroviejo, pueden dar a España el segundo oro olímpico, con ambos en igualdad de condiciones. Pero tendrán muchos rivales de carne y hueso en el circuito carioca más allá del tener que lidiar con ese pasado que les será recordado por muchos.

Parece que será cosa de escaladores o de hombres que aguanten bien el tipo en la triple subida a Vista Chinesa, una ascensión de 8,5 kilómetros al 5,7% de pendiente media y cuya última cota está a 24 kilómetros de la meta. Así, tanto Chris Froome como Geraint Thomas o Adam Yates tienen opciones pues conforman, junto a Stephen Cummings y Ian Stannard una selección de Gran Bretaña de altos vuelos.

Rigoberto Urán, Esteban Chaves y Sergio Henao (Colombia) o Fabio Aru, Vincenzo Nibali y Diego Rosa (Italia) forman grandes escuadras con líderes capaces de todo si sacan su mejor rendimiento, de ahí que en Italia estén desconcertados por el flojo Tour de Aru y el estado de forma del 'Tiburón' Nibali.

Rui Costa (Portugal), Romain Bardet (Francia), Bauke Mollema o Wout Poels (Holanda), Philippe Gilbert (Bélgica), Richie Porte (Australia) o la dupla irlandes con Daniel Martin y Nicolas Roche son nombres a tener en cuenta, aunque alguno de ellos deba esperar un escenario atípico, que se rompa la carrera o que se fragüe una fuga que no encuentra oposición consensuada en la persecución.

La prueba consta de dos circuitos que se encadenarán. En el primero, al que darán cuatro vueltas, los ciclistas subirán las cotas de Grumari y de Grota Funda, de 1,2 kilómetros al 7% y Grota Funda de 2,1 kilómetros al 4,5% respectivamente. Además, en este circuito de 24 kilómetros en cada paso hay tramos de pavés, dando mayor espectacularidad.

Pero la zona más dura, donde se puede dar un vuelco a la carrera, será el circuito de Vista Chinesa, de 25 kilómetros y con una cima por la que se pasará tres veces en una ascensión de 8,5 kilómetros al 5,7% a la que sigue un descenso muy técnico de 6 kilómetros. La última ascensión a Vista Chinesa está a solo 24 kilómetros de meta tras pasar por las históricas y atractivas playas de Ipanema y Copacabana.