El americano estaba fuera del podio tras el paso por los primeros 50 metros, pero a partir de ahí fue el gran dominador y se impuso con claridad y siendo el único capaz de bajar de la barrea de los 52 segundos. Con 51.97, nuevo récord olímpico y a tres centésimas del mundial, aventajó en 37 centésimas a Xu y en 43 al también americano Plummer.