La Costa del Sol se ha convertido en el particular paraíso de muchas familias rusas que se han instalado en impresionantes y lujosas mansiones de la zona. "A los rusos les gusta mucho el lujo, el aparentar, les encantan las casas muy lujosas. Lesgustan las villas muy importantes y no suelen escatimar", dice la directora de un grupo inmobiliario especialista en clientes rusos.