La madre de la segunda víctima del pederasta, de origen asiático, asegura en la misma entrada de la tienda donde su hija fue secuestrada que sería justo que "habría que matarlo con una pistola". Además, Gema, una vecina cuya hija vio al secuestrador asegura que el perfil del pederasta era "alto, canoso, bien vestido, muy cuidado y de unos 40-45 años"