Tras los atentados de París, islamistas radicales hackean la cuenta del ejército de EE.UU y suben vídeos de la Yihad. Este hecho no supone una amenaza a la seguridad pero pone de manifiesto la vulnerabilidad del sistema y es que, ningún país, está libre de los ataques. Francia, EEUU, Reino Unido, Alemania y Bélgica ya estudian medidas contra esta amenaza.