Sonia y Antonia tienen unos ingresos mínimos y se las tienen que ingeniar para poder sobrevivir. Cada mes tienen que decidir si pagan la luz, el alquiler o el gas. "Nunca pongo la calefacción", dice Sonia, que tiene a su cargo a sus dos hijos. Para hacer la compra necesita ayuda y ha establecido un menú para ahorrar.