Con casi 30 kilos menos, barba, chándal y un pañuelo para secarse en la boca. Ese es el aspecto actual de Julián Muñoz, que tras 20 ingresos hospitalarios y siete años en prisión está muy deteriorado y por eso ha pedido al juez permiso para ausentarse en algunas de las sesiones. Permiso que el juez ha concedido.