En pleno concierto en una ciudad mejicana, el cantante madrileño de fama mundial tuvo el arrojo de bajar las escaleras que le separaban del público para frenar los malos tratos a una mujer que él mismo estaba viendo desde el escenario. El cantante exigió que el maltratador saliera del recinto y tras frenar el lamentable acto prosiguió con su música pidiendo perdón a los asistentes por el parón. Sin duda, la mejor actuación de Alejandro Sanz.