Antonio Ojeda, sobre la desaparición de Yéremi: "No tuve nada que ver, fue Tani"

Diez años sin rastro de Yéremi Vargas, pero el verano pasado algo cambió. Todo se centra en una celda donde dos presos comparten confidencias. Se escucha esta frase: "El chiquillo no sufrió, el chiquillo llegó muerto". Quien lo dice es Antonio Ojeda, conocido como 'el rubio', que cumple condena por violar a un niño en el mismo municipio de Yéremi. De repente este hombre dice conocer dónde está el menor a su compañero y este preso se lo cuenta a la Guardia Civil. "No tuve nada que ver, fue Tani. Le puso al niño algún tipo de disolvente, droga u otra sustancia, con el fin de dormirle", aseguró 'el rubio' sobre la desaparición del pequeño.

Su compañero de celda se da cuenta de que podría estar implicado en la desaparición del canario. Ojeda expica que vio cómo se llevaban al pequeño: "Una mujer de pelo moreno tiraba de un niño que estaba llorando , metiéndole a la fuerza en un Seat Toledo de color blanco que iba conduciendo un hombre. Le pregunté si el niño era su hijo y me dijo que era su sobrino y que no quería irse con ella".

Hacía semanas que su compañero de celda ya sospechaba de él y para ver cómo reaccionaba le había preguntado por el lugar adecuado para supuestamente deshacerse de una persona. Muy frío, 'el rubio' le habló de un vertedero cercano a su casa en el que nunca podrían encontrar los restos. Su confesión seguía avanzando, pero Ojeda vuelve a desentenderse y culpa a su vecino, asegurando que él sólo fue testigo: "Fue Tani quien llegó con su coche y con el menor a la zona en la que yo vivía, momento en el cual yo observé que Yéremi venía en el interior del coche de Tani muerto".