El periodista Ángel Moya ha tenido acceso en exclusiva al alegato de Miguel López ante el juez en su defensa. Los principales indicios que despertaron las sospechas en los investigadores es que el yerno era una de las tres personas que sabían que esa tarde María del Carmen Martínez visitaría el concesionario, mantenía una mala relación con la viuda del expresidente de la CAM y fue la última persona que habló y vio con vida a la víctima.
Según Moya, López alegará que visitaba el concesionario de forma habitual, que en los dos únicos minutos que estuvo solo con la víctima no tuvo tiempo para poder asesinarla y que, a pesar de la mala relación, jamás le negó el saludo.
Además, López ha pedido al juez que si se toma como indicio la camiseta de ‘jaque mate’ que su hijo mayor subió a las redes sociales horas después del asesinato, que se tenga también en cuenta la conversación en la que recrimina a su hijo haber hecho eso por el daño que está haciendo a su madre, hija de la víctima.
¿Intentó desviar la atención Miguel López en una llamada telefónica?
Cuatro días después del asesinato de María del Carmen Martínez, Miguel López mantuvo una conversación telefónica con un amigo en la que asegura que los asesinos iban contra su cuñado Vicente, el hijo mayor de la familia. "Que no lo sé macho, pero viene por ahí seguro", decía López sembrando la sospecha sobre su cuñado, el hijo favorito de la víctima. La policía considera que con esta conversación, López intenta desviar la atención hacia el primogénito de la familia por sus negocios en Sudamérica.