Las confradías de la Borriquita y de la Soledad han prescindido del servicio de Mayka y Andrea, dos costaleras que han decidido denunciar esta decisión en la que encuentran un "rancio olor a machismo". Mayka llevaba 11 años participando como costalera. "El único motivo por el que no nos dejan ser costaleras es porque somos mujeres, no encontramos otro argumento", dice ella.