Respaldado por su familia, Jaime Martínez Bordiú acudía el pasado viernes a los juzgados de Móstoles para declarar en un juicio rápido tras ser denunciado por otro conductor de disparar cuatro tiros tras un enfrentamiento de tráfico.
"Es falso. Estoy alucinado. Hay que tener mala leche", decía el pequeño de los Franco a su salida del juzgado, mientras su abogado explicaba que no había ningún indicio que llevara a pensar en la culpabilidad de su defendido. "No existe arma, no exiten casquillos, no tiene explicación de ninguna clase."
Apoyado por su familia
Aunque acudió a los juzgados únicamente acompañado por su abogado, la familia Franco ha mostrado su apoyo incondicional a Jaime Martínez Bordiú.
Su madre Carmen, en una entrevista para La Otra Crónica de El Mundo, confiaba en la inocencia de su vástago y desmentía la información vertida por el denunciante. "Mi hijo nunca ha tenido una pistola", decía.
Enfadada con la polémica levantada por la denuncia interpuesta con el conductor, Carmen Franco criticaba que se hubiera condenado a su hijo y que no no se le hubiera dado el beneficio de la duda. "En este país tuno tiene que demostrar su inocencia en lugar de ser los otros los que tienen que demostrar tu culpabilidad."
También su hermano ha querido pronunciarse y ha sido tajante. "A los Franco nos tienen ganas."