Solo. Así se presentó Jesulín de Ubrique en la plaza de Castellón dos años después de su retira definitiva.
Sin el apoyo de ningún Janeiro, ni de su mujer, ni de su familia política, pese a ser su tierra, el diestro Jesulín de Ubrique reaparecía en una tarde gélida en la Feria de la Magdalena y que no contribuyó al lucimiento del torero, que protagonizó una faena discreta, cuyo primer toro brindó al público.
Pese al interés mediático que despiertan cada uno de los avatares familiares, el interés despertado entre el público fue mucho menor de lo esperado. Ningún rostro conocido acompañó al torero, que vio como su tan comentada reaparición se desdibujaba ante el escaso público que se congregó para ver un cartel que completaban Manuel Díaz el Cordobés y Matías Tejela.
De cena con María José tras la faena
Finalizada la corrida, el diestro regresó al hotel donde le esperaban su mujer y sus suegros, con los que acudió a cenar. A su salida del hotel, la prensa congregada pudo hablar con la mujer del diestro que se mostraba feliz tras el fin de la corrida.
Recuperado de su lesión
Tras anunciar su vuelta a los ruedos para el pasado 20 de febrero en la madrileña plaza de Vista Alegre, el torero se vio obligado a posponer su regreso por una inoportuna lesión en su mano izquierda dos días mientras se entrenaba en su finca.