Tras el asesinato del concejal Javier Ardines en Llanes se han destapado amenazas a más concejales y alcaldes. En los últimos siete años se han presentado 19 denuncias por amenazas. El primer caso conocido fue en 2012, donde el coche de un concejal de Mieres fue rociado con ácido. Dos años más tarde, la primera alcaldesa de Izquierda Unida en la historia de Castrillón se encontró a su perro moribundo con varios proyectiles alojados en su tórax.