En la Comunidad de Valencia, 1.100 niños esperan en residencias a ser acogidos por alguna familia pero los recortes y la falta de ayudas los están dejando sin esa opción. Ana y Pablo tienen acogidos a varios hermanos desde octubre pero hasta febrero no recibieron ninguna ayuda. Dicen que lo que los animó a ser acogedores es “poder dar una familia a esos niños” y “que sepan lo que es el cariño”.