Es el tercer caso en todo el mundo de un transexual que se queda embarazado. Y el primero que espera gemelos. Rubén Noé Coronado, antes Estefanía, decidió "una tarde" tener un hijo con su actual pareja y, a partir de ahí, comenzó todo el proceso. Se dejó de hormonar y se inseminó. Ahora está embarazado de nueve semanas y asegura con rotundidad: "Me siento tan masculino como antes".
"Me siento realmente privilegiado porque puedo hacer algo que casi nadie puede", admitió, que no sabe si los síntomas que empieza a notar son realmente del embarazo o de "la presión mediática".
Lo que sí tiene claro es que él es un hombre en todas sus facetas. "Partimos de una sociedad que tiene muchos tabúes, de una serie de historias preconcebidas que no tienen sentido si las analizas", remarcó a Ana Rosa Quintana, que bromeó: "Eres el primer embarazado con barba que conozco".
Todavía mantenía los órganos de reproducción femeninos cuando decidió con su pareja Esperanza embarcarse en la aventura de tener un hijo. Ella no podía y él decidió que era el momento de echar mano de sus condiciones. "Las células tienen mucha memoria", recordó. Así que cuando dejó de hormonarse la matriz volvió a su sitio y las posibilidades de engandrar un hijo regresaron.
Además, en la clínica -cuyo nombre no ha querido revelar- no pusieron ningún problema. Ni por sus condiciones físicas ni por los hijos de su pareja Esperanza, ya que los psicólogos no vieron ningún riesgo de problemas de identidad o de cualquier otro tipo.
Aún así reconoce que tiene miedo de que vaya a surgir algún problema, puesto que ya tuvo un aborto y el embarazo es de riesgo. Aunque quiso dejar claro que el riesgo no es por su cambio de sexo.