Sara es una de las testigos clave de la presunta estafa de los ataúdes en una funeraria de Valladolid. Trabajó durante años en la empresa y conocían perfectamente a los acusados. “Los ataúdes de alta gama que se incineraban volvían a aparecer en el tanatorio. Decían yo veo el reciclaje y cuando preguntaba quién era el del reciclaje se reían, se sonreían pero nadie me explicaba nada”, cuenta. Posteriormente, asegura que uno de los empleados le explicó cómo hacían el cambiazo de ataúdes poco antes de ser despedida.