Puigdemont, sus personas de confianza y el equipo electoral desplazados a Bruselas, han vivido la noche electoral en un edificio de congresos que alquilaron por completo. La regla de oro era clara: no se responde ni se deja pasar a la prensa española. Hablabas catalán o cualquier otro idioma se te escuchaba pero si formulabas la pregunta en español, no te contestaban. A media noche, el líder de Junts Per Catalunya entraba triunfante: “La receta de Rajoy no funciona”.