Exclusiva| María Jesús, madre de la víctima del crimen del bidón: "Ella iba a Internet, sacaba fotos de niños y me las mandaba"

  • Entrevista exclusiva en 'El Programa del Verano'

Sira María, la mujer acusada de matar a su pareja, ocultarla en un bidón y arrojarlo en El Confital, ha sido condenada a 28 años de cárcel por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Solo dos días después de conocerse la sentencia, 'El Programa del Verano': "Estamos marcados de por vida. Empezamos a sospechar porque yo quería hablar con mi hijo y solo lo podía hacer por mensaje. Era ella la que escribía y siempre ponía excusas como si fuera mi hijo. Yo enseñaba las fotos de mis nietos como abuela orgullosa, pero no eran míos", ha contado.

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Sira, la asesina del bidón, no tuvo piedad con la familia de la víctima. Ideó un viaje a la península y un parto de gemelos. Mantenía la farsa haciéndose pasar por la víctima, utilizando el móvil de Daniel como si de su propio hijo se tratase, mientras él yacía en un bidón. La abuela preguntaba constantemente por sus nietos y Sira seguía con la mentira.

Sin ningún tipo de escrúpulos, llegó incluso a inventarse que u padre tenía cáncer y había fallecido. Le mandaba fotos de bebés prematuros y jugaba con la abuela, que sin saberlo se preocupaba como si fueran sus nietos y se aprovechaba de ella pidiéndole dinero para vivir a su costa. Sira insistía, llegó a inventarse que iban a volver a Las Palmas y necesitaba dinero para el vuelo. Pero de repente Sira deja de escribir y la madre de Daniel quiere saber qué había pasado. Habían quedado en regresar a Las Palmas y no han aparecido. Semanas después se enteraría de que todo era mentira: no existían sus nietos y no era su hijo quien escribía.

Exclusiva en 'El Programa del Verano': Así era el diario íntimo de la 'Asesina del Bidón'

Sira huyó de Las Palmas a Madrid dejando en el bidón a Daniel y en la capital de España quiso rehacer su vida. Lo intentó como mejor sabía: usando perfiles falsos en redes sociales. Varias historias puntuales hasta que conoció a un asturiano que cayó en sus redes. Pero aunque había conseguido su objetivo, Sira estaba desconcertada y escribía un diario en el que reflejaba sus pensamientos más íntimos. Una nueva vida en Asturias y una nueva pareja, Sira habla de él en sus páginas. En sus memorias apunta a un nuevo embarazo, repitiéndose el modus operandi de la estafadora de hombres.