La forense se basa en unas fotografías tomadas dentro de la finca para elaborar el primer informe en octubre de 2011. En él se detalla que la finca, de gran tamaño, tiene una parte dedicada al cultivo siendo en este terreno donde se localiza el foco de la hoguera.
En este fuego se encuentran restos óseos, dos fragmentos de ropa parcialmente calcinada y un elemento circular que la forense asegura que es "un botón".
Nueve horas después la forense comunica "de forma verbal" que los huesos encontrados no son humanos.
Un mes después elabora un informe que remite al juzgado en el que reitera que "los huesos no son humanos, corresponde a animales de diferente tamaño". En uno de los puntos vuelve a resaltar que "en esta hoguera no se ha producido la incineración de ningún cuerpo o resto humano".
Meses después la investigación concluye que los restos óseos encontrados en la hoguera pueden pertenecer a Ruth y José. El juez solicita la declaración de la forense, la cesa de su cargo y le prohíbe cualquier movimiento dentro de la investigación.
Hoy sabemos que tendrá que volver a realizar un informe a petición del propio juez. En este documento quiere que quede claro en que se basó para certificar "claramente" que los huesos eran animales.
El próximo viernes 28 de septiembre están llamados a declarar todos los forenses que han participado en el Caso. Esta vez las aclaraciones las harán en el juzgado y de forma conjunta. Quizás a partir de ese momento la investigación empiece a esclarecerse.