Su reencuento fue el más tenso de la noche pero, en poco más de 24 horas, los dos concursantes han sufrido un cambio completo de actitud. Los insultos han dado paso a los piropos, las miradas de odio a las caricias y el rencor al buen rollo y la complicidad. El 'delfín' de Guadalix ha vuelto a poner en marcha sus artimañas de conquistador y parece que la malagueña está dispuesta a dejarse conquistar de nuevo. Después de un tonteo continuo a lo largo de las 24 horas del día, Indhira ya lo ha gritado a los cuatro vientos: "¡qué romántico eres!, al final me vas a conquistar otra vez".
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