Dos policías especializados en casos de trata de seres humanos se hicieron pasar durante 10 días por profesores para liberar a la española Patricia Aguilar y a su bebé, presuntamente captadas por Félix Steven Manrique, el líder de la secta Gnosis, en Perú. La pista de uno de los vecinos sirvió para que llegaran hasta Patricia en una misión muy complicada.