Una agrupación de Cádiz canta una chirigota ambientada en la Edad Media en la que parodian a Puigdemont decidiendo si merece ser castigado por el referéndum o ser absuelto. Es una canción en clave de humor pero para algunos independentistas, constituye un delito de odio. "Desde los tiempos de los trovadores se ha parodiado el poder, el panorama político está complicado en Cataluña y unas pinceladas de humor no hacen daño a nadie", ha comentado Jorge Bustos.