Las mujeres pagan el "peaje" de tener hijos en lo que se refiere a la situación laboral. La tasa de empleos en las mujeres que no tienen hijos es superior a la de los hombres (un 72,5% frente a un 72,1%). Sin embargo, con la llegada del primer hijo la balanza cambia (el empleo crece entre los hombres hasta un 82% mientras baja en las mujeres hasta un 63,5%). En muchas ocasiones, las mujeres reducen su jornada para el cuidado de los hijos o buscan trabajo a tiempo parcial.