Durante casi dos décadas, Gerano Ramallo sostuvo que su mujer se había ido de casa llevándose a su hijo, al que veía en diferentes ocasiones. Según su versión, su mujer abandonó el domicilio conyugal tras una discusión motivada por sus relaciones extramatrimoniales. Sin embargo, en 2011, los cuerpos fueron hallados en una finca de su propiedad.