Con los terroristas atrincherados en una imprenta situada en el noroeste de Francia, 'AR' ha hablado con un camarero que trabaja en la zona. "No se puede salir, todo está cerrado. La policía ha pedido a la gente que se quede en casa, mi hijo está encerrado en la escuela y ahora hay mucha policía, muchas ambulancias, mucha gente", ha dicho Graciano.