"Estaban muy nerviosos y no fueron capaces de describir la ropa que llevaba su hija." Así encontró a los padres de Asunta el policía que les atendió cuando interpusieron al denuncia por su desaparición. "Fumamos un cigarro juntos. El padre decía que iba a aparecer muerta y que esperaba que no la hubieran violado; que no quería comentarlo delante de Rosario porque se iba a poner muy nerviosa", declaró el policía.