En el año 2009, Rosario Porto fue ingresada por cuadro depresivo en una clínica gallega. Según algunas informaciones, Porto permaneció ingresada sólo un día pero hizo manifestaciones inquietantes respecto a su hija. Según el médico, Porto aseguraba que Asunta era un estorbo. "Mi hija me chupa la vida, me molesta", le dijo Porto al médico que le atendió.