Los amigos de José Bretón hicieron un retrato del acusado poco favorecedor. Según los amigos, Bretón siempre tenía controlados a sus hijos por lo que les extrañó que hubiera perdido a los niños. Además, según los amigos, el día antes de la desaparición de los niños, Bretón les dijo que Ruth no se iba a ir de rositas.