La declaración de Juan David ha provocado un cambio de actitud en José Bretón. El Bretón de la novena sesión no ha sido el Bretón impávido, frío y contenido al que nos tenía acostumbrados. Bretón ha negado con la cabeza, ha cerrado los ojos y ha suspirado. Se ha mostrado mucho más expresivo y durante toda la declaración parecía querer decir con sus gestos lo que no podía decir con palabras.