Destrozada. Así está la familia de Diego Pérez seis meses después de su asesinato, supuestamente a manos de seis policías de Cartagena. "Era como un crío de 14 años, no tenía maldad. Él me llamó porque unos vecinos querían pegarle, fui a hablar con los vecinos y le dije que si le querían pegar que llamara a la policía", ha explicado el hermano de Diego, que ha confirmado que llamó a la policía porque estaba aterrorizado.