Carmen Gil está en París con su familia y tuvo la suerte de visitar Notre Dame pocas horas antes de que las llamas acabasen con parte de la historia de este país. "Había miles de turistas y de parisinos, se cortaron todas las calles y era imposible acercarse. Fue muy triste porque además horas antes la habíamos visto en pie. Los franceses estaban muy tristes... había gente llorando por todas las calles porque es uno de sus símbolos", ha relatado esta española.