El Tribunal Supremo dicta una sentencia polémica al considerar que toda agresión de un hombre a una mujer es violencia machista, mientras que la de las mujeres contra los hombres son consideradas violencia doméstica, con una pena inferior. En la sentencia, que obtuvo cuatro votos particulares en contra, el Supremo dictamina que "no es situación que debe quedar fuera de la violencia machista por el hecho de que previamente le acusada le hubiera proporcionado un puñetazo en el curso de una discusión".