"¿Por qué tengo que hacer lo que tú quieras?, ¡tú a mí no me mandas!", vociferaba la de Leganés, harta de que Iván le dijera lo que tenía que hacer en el precioso tablero de Parchís que estaban montando en el jardín. Madrazo, que tampoco es de los que se callan, contraatacó recomendando que le gritara a su madre.
Y para qué quieres más. En cuanto le mentaron la madre, por la boca de la ofendidísima Lara empezaron a salir sapos y culebras. De poco sirvió que David intentara mediar en el altercado. "Buenooo, ya está con mi madre, ¡qué hijo de puta!", bufaba la muchacha.
Los compañeros presenciaban la discusión entre los dos púgiles más lenguaraces de la casa como si fuera un combate de boxeo. Incluso llevaban la puntuación de los asaltos y comentaban las mejores jugadas.
A partir de ahí, la 'hardcore' entró en su faceta más irracional y destructiva, intentando incluso deshacer el trabajo que tan afanosamente estaban haciendo sus compañeros, mientras increpaba al campeón de GH 10: "Tú a mi no me mandas, y ya está, vete a sentarte abajo del árbol... Vas de graciosillo y tienes la gracia en el culo... Haré lo que me salga a mí del potorro, que me estas quemando el conejo, tengo el conejo en llamas... Grito porque me da la gana, cuando me da la gana y como me da la gana, ¡¡Hardcore!!"